Una investigación realizada por la Universidad estatal de Carolina del Norte (NCSU) grabó las ondas cerebrales de 28 perros mayores durante una siesta de dos horas y se dieron cuenta de un interesante ciclo de actividad.

Al igual que muchas personas con la enfermedad de Alzheimer, los perros con problemas cognitivos dormían siestas cada vez menos profundas que aquellos que no mostraban deterioro cognitivo.

Especialmente aquellos perros con signos de demencia mostraron una actividad de ondas beta más fuerte durante la siesta, lo que está relacionado con la vigilia. Es decir, que realmente los cerebros de estos perros no estaban realmente durmiendo según la experta Alejandra Mondino veterinaria neurológica del NCSU.

"En las personas, las oscilaciones cerebrales lentas son características del SWS (slow-wave sleep o sueño de ondas lentas) y están relacionadas con la actividad del llamado 'sistema glinfático', un sistema de transporte que elimina los productos de desecho de proteínas del líquido cefalorraquídeo", señala Natasha Olby veterinaria neurológica del NCSU.

También añadía "La reducción de las oscilaciones lentas en las personas con Alzheimer y la reducción asociada de la eliminación de estas toxinas se ha relacionado con una peor consolidación de la memoria durante el sueño profundo".

Por lo que esta similitud en las ondas cerebrales de estos canes puede ser un primer paso para estudiar la enfermedad de Alzheimera través de los perros con disfunciones cognitivas.

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